Ordem e Progresso” reza el lema del escudo de Brasil. El progreso, el maldito progreso en nombre del cual se arrasó y se sigue arrasando el Amazonas, de eso trata “Xingú”, película que ha cautivado Brasil con 14 millones de espectadores que ya la han visto.

Dirigida por Cao Hamburguer y producida por Fernando Mereilles (“Ciudad de Dios”, “El jardinero fiel”) llega por fin a España esta superproducción brasileña que narra la historia de los hermanos Villas-Bôas que en los años 40 se adentraron en el Amazonas en busca de aventuras y veinte años después consiguieron crear el parque de Xingú, reserva indígena  por lo que fueron nominados varias veces al Premio Nobel de la Paz.

Aun siendo una película desigual, posee cierto encanto sobre todo por la monumental fotografía de parajes insospechados realizada por Adriano Goldman.

No llega a tener la profundidad de “Aguirre, la cólera de Dios” de Herzog ni la templanza de “La Misión” de Roland Jofeé ni el encanto de “La selva Esmeralda” de John Boorman pero no deja de ser una entretenida película de aventuras que denuncia los abusos cometidos por el gobierno brasileño y su trato a la comunidad indígena del Amazonas.

La historia de los tres hermanos Villas-Bôas (interpretados por João MiguelFelipe Camargo y Caio Blat), sus enfrentamientos, su triunfos y su incursión en tierras donde nunca había llegado el hombre blanco es el hilo conductor de esta película que conmemora los 50 años de la creación de la reserva.

Una hermosa recreación histórica para todos los públicos, entretenida, interesante y formalmente correcta.