Sexta fiesta del sello sevillano Taliban Music, organizada un año después de la primera, en la misma sala en la que surgió toda esta aventura. Si en aquella fiesta la temática fue marcadamente electrónica, en esta ocasión el pop en algunas de sus variantes y expresiones, fue el indiscutible protagonista. Solo BTheFAKE repetía en el cartel, aunque mucho ha cambiado el formato y el discurso del genial Bosco Valero en todo este tiempo. La fiesta comenzó a eso de las tres de la tarde, como un encuentro entre músicos, promotores y de seguidores de las distintas bandas, charlando (como no podía ser de otra forma) sobre música, mientras degustaban un delicioso plato de menudo.

Varios platos y algunas cervezas después, Frank Berjim fue el encargado de arrancar los conciertos de esa tarde. El sevillano publicará en enero su primer disco, pero ya son de sobra conocidos su genio y su delicada forma de contar historias. Con apenas una guitarra y con un bombo, Frank nos mostró cómo han evolucionado su proyecto en este (muy importante para él) último año, interpretando en solitario en un ejercicio de asombrosa madurez, sus profundas canciones de folk acústico. La música y el genio de Frank Berjim han progresado exponencialmente durante 2013.

Evil Evans son unos viejos conocidos. Tras años de conciertos, muchas tablas (compartiendo escenario con bandas de la talla de Maryland, Ruidoblanco o Aurora) y tres eps, los sevillanos han decidido dar el salto y grabar Arde, su primer larga duración. Con un gran protagonismo de los teclados en canciones que son pequeñas piezas de orfebrería, los sevillanos han evolucionado muchísimo en los últimos años, pero en el fondo se sigue vislumbrando la profunda admiración que Ricardo Olivera profesa por Evan Dando (el maestro de las bellezas diminutas). A tenor de la reacción del público, sus bailes y por lo que corearon sus canciones, el futuro le depara a Evil Evans grandes cosas. Como algunos de los miembros de la banda son padres, pudimos vivir momentos muy entrañables al ver a sus niños bailando entre el público.

BTheFAKE ya no es BTheFAKE. Bosco Valero ya no hace indie electrónico y ya no toca solo. Ahora se hacen llamar BTheFAKE Band y les chifla reventar los oídos de los espectadores, en una intensísima tormenta sónica como hacía años que no se oía por estos lares. El sevillano ha retorcido su repertorio, hasta lograr que las canciones respiren de otra manera, escupiendo a unos incrédulos asistentes toneladas de alocados decibelios. Unas semanas después del estreno de Bienestar Ep (Taliban Music, 2013), ya no queda nada de aquel artista que reiniciaba el sistema al son de sintetizadores y de bombo a negras. Ahora Bosco agudiza su irónico discurso poniendo cara de miedo/risa, mientras el surf, el garaje y el rock se hacen cargo de todo lo demás. Re-evolución en poco más de un año.

Los onubenses Visión Sonora hace tiempo que han dejado de ser un secreto. Con un discazo bajo el brazo, proyectos internacionales al alcance de la mano, un próximo trabajo con una ambiciosa meta a la vista y sobre todo, una manera de interpretar canciones (que son historias reales y universales) al alcance de muy pocos, Visión Sonora dieron el CONCIERTO (sí, con mayúsculas) de la jornada, conquistando a quienes no los conocían y retomando su idilio con aquellos que ya cantamos sus canciones y las sentimos como nuestras. La fuerza, la increíble voz de Mon Domínguez y sobre todo su gran carisma, hacen del onubense un animal escénico, un genio cuya figura se hace enorme y que crece mientras dura su actuación. Si además la banda está compuesta por músicos tan experimentados y virtuosos como los que conforman Visión Sonora, la fórmula ya está completa. Si Oxígeno es un disco perfecto, lo que se aproxima (a tenor de “Origen” y “A49”) puede ser un completo escándalo.

Después de los conciertos y mientras tomábamos unas cervezas y seguíamos charlando de música, recibimos la fantástica noticia de que Visión Sonora y Rusty River habían sido seleccionados para completar el recopilatorio Canciones Contra El Hambre. Final perfecto para un día redondo, que esperemos tenga continuidad dentro de muy poco.