Sinceramente, creo que, la situación que estamos viviendo, hace que miremos las cosas desde otra perspectiva. Incluso en cuestiones musicales. Nuestra cabeza está en otras historias, y muchas veces es difícil centrarse a la hora de escuchar un nuevo lanzamiento. Por eso, desde mi humilde opinión personal, creo que hay que emplear un poco más de tiempo para tratar de analizar un nuevo disco. Como es el caso del quinto álbum de Triángulo de Amor Bizarro, que salió a la venta en pleno confinamiento, y que ha sido la banda sonora de muchos y muchas durante este encierro. 

Quizá, algunas de las nuevas canciones de los gallegos, son demasiado ariscas para una persona que lleva encerrada en casa cinco semanas. Pero esa aridez, también puede resultar productiva para desahogarse en estos días. Porque, una canción como ‘Ruptura’, que debe de ser lo más potente que han hecho en su carrera (ojo, sin una sola guitarra), puede liberar los nervios y la ansiedad que nos produce esta situación. Algo a lo que también nos puede ayudar ‘Canción de la fama’, en la que, esta vez, sí que son las guitarras las que procuran esa energía. Además de una letra que nos deja bien claro que no están buscando un One Hit Wonder. Y más bestia resulta ‘Calígula 2025’, tanto en su instrumentación, que es como una apisonadora, como en su letra, donde Rodrigo te dice las cosas “a la puta cara”. Pero es en ‘Fukushima’ donde mejor emplean sus cartas a lo hora de descargar tensiones. Este tema, en el que los teclados tienen especial protagonismo, también es algo así como su canción apocalíptica. Su sonido, cercano al kraut, su frialdad, y cómo se va acelerando a medida que pasan los minutos, la convierten en el acompañamiento perfecto para un futuro no muy lejano. Además, uno muy jodido. 

La melancolía también es uno de los sentimientos que más afloran en estos días. Las horas muertas nos llevan a pensar en esos días en los que todo era normal, en los amigos y familiares a los que no vemos, y en la rutina que echamos de menos. Para esos momentos, también tienen canciones que sirven de acompañamiento. Porque, una de las sorpresas de este trabajo, es lo bien que manejan en el shoegaze. Una canción como ‘Asmr para ti’, en la que las guitarras densas, pero cristalinas, se fusionan con un paisaje ensoñador que te lleva a esa melancolía, se convierte en uno de los grandes momentos del disco. Algo que también podríamos decir de la intensa ‘Cura mi corazón’, donde, además, se dejan llevar por unos chorros eléctricos de lo más épicos. 

No hay disco de Triángulo de Amor Bizarro que no contenga ese par de hits en los que sacan a la luz su faceta más pop. Con ellos, hacen que no pensemos en nada más que no sea disfrutar de la música. Así, sin más. Y lo hacen acercándose al pop británico de los ochenta en ‘Vigilantes del espejo’, una canción que se podría describir como la fusión perfecta de New Order con los Cure de ‘Just Like Heaven’. Eso sí, todo regado con un letra muy personal en la que animan a correrte tu última juerga. Más potentes, pero igual de pop, están en ‘Acosadores’, uno de esos torbellinos melódicos en los que Isa pone una lado dulce a su tormenta guitarrera. Además, esta vez está acompañada por Ariadna de Los Punsetes, lo que le da un toque de lo más interesante a la canción.