Le tenía muchas ganas a esta gente The SoulJazz Orchestra, el año pasado me los perdí y no podía dejar pasar la oportunidad, de nuevo en domingo. Barcelona gana puntos para los días de descanso de los grupos.

Cuando llego a La Nau no se ve mucho movimiento y de nuevo parece que el sofá y la serie de turno han ganado la partida. Pero nada, al poco empieza a aparecer el respetable y la sala va tomando ambiente, muchos nuevos llegados, se escucha de todo, francés, inglés, portugués, y es que los canadienses arrastran a un público dispar en las formas, pero muy conciso en lo que quieren, buena música, buenas letras y diversión.

La disposición en el escenario es de todo menos casual, en línea, unos al lado de otros -somos The SoulJazz Orchestra y aquí nadie se queda atrás- saxo barítono, alto y tenor, batería, teclados y percusión. Salen sin hacer ruido, pillan al público despistado en las barras, a oscuras comienzan el concierto y el sonido es contundente, la sala tiene muy buena acústica, te mueves por ella y se escucha perfectamente en todas partes ni siquiera la barra que hay al fondo molesta, no se escucha nada más que la música.

Vienen presentando su último álbum Chaos Theories y no tarda en sonar House of Cards, que introducen con una aclamada crítica a Trump. Durante el concierto son contadas las veces que paran más de unos segundos entre temas, no paran de golpear tema tras tema, sin dejar al público respirar, la temperatura en la sala empieza a subir y las cazadoras y sudaderas empiezan a amontonarse encima de los altavoces. 

Cuando suena Dog eat dog el público ya está completamente entregado a la causa, no para de bailar y los solos de Saxo no decaen, tengo que confesar que este que les habla tuvo que dejar de moverse para poder sacar unas fotos en condiciones, el ritmo es continuo y es difícil aislarse del ambiente, en esta ocasión es el batería el que hace las voces del tema y es que se van pasando el testigo de líder durante todo el concierto. Las miradas entre ellos son continuas, siguiendo la escuela de las mejores Orchestras, nadie es prescindible todos tienen un papel predominante en algún momento, el saxo tenor lo mismo te hace un solo de caerte de espaldas que acompaña con las maracas y así todos, no paran, el ritmo no para en ningún momento.

Y llega el tema que todos estamos esperando, o por lo menos el que les habla, Mista President y Fela ocupa la sala y justo un momento antes de que todos entren en tromba, justo en ese solo de piano todo el mundo aúlla y salta y los saxos van entrando en cascada, el baile en la sala es frenético, el solo del saxo tenor arranca los aplausos y los silbidos, la comunión con el público ahora es total. Con Police the Police, Fela no deja la sala y los ritmos más africanos vuelven a la sala para deleite del respetable que los acompaña con bailes y silbidos de entusiasmo.

Dos horas de concierto, sin descanso, sin pausa, hasta el parón del bis fue un formalidad de menos de un minuto, vuelta al escenario a dar mazazos.

Concierto completo de un grupo completo que esperemos no tarde en volver por la ciudad.