Es cierto que el pop nunca ha sido una música muy reivindicativa, y el mundo de la política ha sido algo que casi todos los artistas del genero han tratado de evitar. Pero siempre hay excepciones. Una de ellas es The Radio Dept., la banda sueca que, con su nuevo álbum, están dispuestos a destapar todo lo malo que tiene su Suecia perfecta. Entre bonitas melodías, ritmos contagiosos, y estribillos pegadizos, hablan de temas tan escabrosos como la industria armamentista de su país, o al auge del fascismo en Europa del Norte. Dejando claro que, hacer bailar, y concienciar, es algo que no está reñido.

Running Out Of Love” llega tras seis años de parón, que solo se han visto alterados por la publicación de algún single que otro. Singles en los dejaban ver un gran interés por la música electrónica que, ahora, se acentúa en este nuevo álbum. Uno de ellos era ‘Occupied’, un corte que también ha terminado entrando en el disco, y que nos presenta a la banda sueca totalmente integrada en el mundo electrónico, y haciendo un pequeño homenaje al soundtrack de Twin Peaks. También apuestan por el mundo dance en ‘We Got Game’, en la que casi parece que han querido hacer un homenaje a Inner City, o en esa ‘Commited To Cause’ y sus pianos cercanos al house.

El cuarto trabajo de los de Lund tiene prácticamente de todo. Sí es cierto que, casi todas las canciones, están pasadas por el filtro electrónico, pero ellos no han dejado de hacer pop. Así lo demuestra la delicada ‘Sloboda Narodu’, con la que abren el disco de una forma maravillosa, o de ese enorme himno de pop melancólico llamado ‘The Thing Was Bound To Happen’. Tampoco tienen ningún inconveniente en recuperar el reggae sintético, ese que tan buenos resultados les ha dado en el pasado, en la explicita ‘Swedish Guns’, o dejarse llevar por el lado más ambiental en el minimalista instrumental que da título al álbum.

Suponemos que, las peleas con su sello y con su manager, y el descanso posterior, es lo que ha hecho que hayan dado con una colección de canciones casi perfecta. Hay muy pocos momentos en el álbum en el que no estén acertados, y todo les sale bien. Incluso cuando se meten de lleno en una balada sedosa, y llena de referencias a lado más kitsch de los ochenta, como ‘Can’t Be Guilty’. Y como no hay nada que se les resista, deciden cerrar el disco yéndose al club más cercano, y sacándose de la manga una ‘Teach Me To Forget’ a la que solo le faltan un poco de revoluciones para convertirse en un todo un rompepistas.

Es muy arriesgado decir que este “Running Out Of Love” es el mejor disco de los suecos, ya que, en su corta discografía, cuentan con trabajos tan enormes como “Lesser Matters” o “Clinging To A Scheme”, pero sí podemos afirmar que es la mejor vuelta posible.