El quinteto estadounidense The Mystery Lights visitaba por segunda vez nuestro país con su segundo disco ‘Too Much Tension!’ (Wick Records, 2019) lanzado el pasado mes de mayo, y lo hacía con un llenazo de la sala El Sol. El boca a boca funcionó a las mil maravillas, porque decían que la banda puede presumir de un directo espléndido. Y así es. Imprimiendo melodías de hammond o riffs eficaces, el quinteto aumenta la proyección de su sonido, basado en el garage, pero que también bebe de la psicodelia o del punk. Parte de su potente directo se debe a su ‘frontman’, Mike Brandon, que cuenta con un carisma especial, junto a una arrebatadora forma de bailar y de meterse en su papel.

El resultado es una banda apabullante. Que transmite una energía brutal, que mueve la tensión hacia el baile. Y que tiene un rodaje espectacular con giras estadounidenses, europeas y Asia. Suena a banda bien engrasada. Y desprenden melodías adictivas como la de “Goin’ Down” que beben de la tradición californiana, de hecho, se formaron en Salinas, un pueblo de California, o la urgencia de “Traces”. Tocaron un amplio repertorio que abarcó la mayoría de canciones de sus dos álbumes, incluyendo claro está su disco homónimo de debut de 2016. Cuando tocaron en la recta final uno de sus primeros hits, “What happens when you turn the devil down”, se desató el baile y el apogeo. Fue un concierto de sudor, guitarrazos, hammonds y coros donde reinó el lado lúdico y festivo del garage ampliando su campo de influencia en este siglo XXI ¡Y decían que el rock estaba muerto!

Foto: Iván Velayos (Muzikalia)