Lady Bird es de esas películas en las que te gustaría vivir. En ella hay personajes de esos que te gustaría conocer: cálidos, inteligentes, divertidos, con una frase memorable siempre en sus labios. Incluso los más antipáticos tienen su gracia. Y cuando la cosa se pone fea, en el mundo de Lady Bird se escucha la canción perfecta para describir el momento -la banda sonora está disponible en vinilo- para facilitar el tránsito hacia la siguiente escena. Sí, esto es una película indie. No podía ser de otra manera: detrás está su penúltima musa, Greta GerwigFrances Ha (2012), Mistress America (2015), 20th Century Women (2016)- que dirige y escribe -está nominada al Oscar en ambas categorías- y quien se queda tras la cámara para hablarnos de la que probablemente fue ella misma en su adolescencia (Gerwig, como su protagonista, nació en Sacramento).