Mira que tenía ganas de repudiar este disco. Una horrible portada con un cuerpo femenino desnudo con su pubis cubierto por un fajo de billetes denota algo peor que el simple mal gusto: el mal gusto pretencioso (que el libreto interior cambie los billetes por patatas fritas no mejora la cosa).

Para más “INRI”, Holychild estima necesario aclarar sus objetivos con un texto que no deja espacio para la sutileza ni para la modestia, con lindezas como “Cada palabra que decimos, cada imagen que posteamos, cada sonido que decidimos incluir u omitir es deliberado. Somos conscientes de que algunas de estas elecciones pueden ser provocativas, pero esto es arte. El arte es evocativo”.