David Kilgour and The Heavy Eights, “Bobbie’s a Girl” (Merge Records, 2019)
Bobbie es una chica. Es una gata, para ser más precisos, la nueva gata de David Kilgour que, como nos pasa a muchos con nuestras mascotas, ha ido dominando gran parte de su espectro emocional hasta el punto de servir de inspiración para el nombre de este disco y para ocupar con su rostro toda la portada.
The Shifting Sands, Cosmic Radio Station (Fishrider Records, 2015)
A tenor de lo que pasó el domingo — y de que las forzosas negociaciones pueden suponer cuatro años más de plasma con la inestimable ayuda de su anaranjada versión 2.0., o el regreso al poder del partido de los EREs, no quiero ni pensarlo—, algunos volveremos a pensar en el exilio forzoso. Bien lejos. Yo tengo muy claro que mi primera elección sería Dunedin, Nueva Zelanda, la actual capital del indiepop.
La nueva escena de Dunedin. El indiepop de las antípodas
Dunedin, ¿qué hay en Dunedin? ¿Por qué dedicar un artículo monográfico a una remota ciudad neozelandesa, a más de 18 mil kilómetros de nosotros? Para que os quedéis más tranquilos, ya os aseguro que no vamos a hablar ni de rugby, ni de surf, ni mucho menos de Peter Jackson. No, nos vamos de viaje —solo virtual, desafortunadamente— a la llamada “Edimburgo del Sur” para hablar de música. Del indiepop que viene o, mejor dicho, regresa de las antípodas.
Entradas recientes
- Men – Eva y la caja de Pandora 5 de agosto de 2022
- Crítica: Immunitat, en La Villarroel 4 de agosto de 2022
- Vortex – El final de todo 4 de agosto de 2022
- Brighton Rock, Graham Greene (Libros del Asteroide, 2022) 4 de agosto de 2022
- Nace el festival Tándem, 16 actuaciones en las que los artistas comparten escenario por primera vez 3 de agosto de 2022