Hay libros que llaman tan poderosamente la atención al verlos —uno de los múltiples motivos por los que el libro digital nunca se le podrá comparar— que ejercen una atracción sencillamente irresistible. Además, y me vais a permitir el pequeño desvío antes de entrar en materia, si la mayoría de las editoriales cuidan sus ediciones, lo de La Felguera es simplemente para quitarse el sombrero. ¿Qué diablos —nunca mejor dicho— es ese ser infernal amenazando Londres en la cubierta? ¿Qué son todas esas fotografías, ilustraciones y eslóganes salpicando los textos? ¡Hasta tengo un cuchillo de madera en casa! —no es broma— cortesía de estos conspiradores culturales. Si no me creéis empezad por echar un vistazo a su web. Muy grandes…