Toparse con este Solos en Londres de Samuel Selvon justo cuando el Reino Unido ha sucumbido —en parte, no es el único factor— a las patrañas xenófobas y al discurso del miedo anti-inmigración, y cuando la Unión Europea nos avergüenza con su bochornosa inacción respecto a los refugiados sirios, es llevarse un buen «bofetón literario», siempre necesarios y bienvenidos. Más aún si vienen propuestos por una editorial tan indispensable como Automática y sirven para rescatar «otras literaturas», como es el caso de Trinidad y Tobago, ignoradas en nuestro país. Estamos ante una lección de historia con forma de novela. Sociología ficcional de la migración. Estudio de la identidad humana, tanto individual como colectiva, en un poderoso retrato de los expatriados antillanos que pese a ocuparse de los años cincuenta, resulta de lo más vigente y premonitorio.