Hablar de Joglars es hablar de teatro, pero también lo es de crítica social y política, de la puesta en escena de proyectos teatrales arriesgados y de polémicas que dejan impasibles a muy pocos. El efecto Joglars acostumbra a poner en movimiento las vísceras teatrales tanto de los que van a ver sus obras como de los que no, pero que temen lo que se dice en ellas y sobre todo como se dice. Unos impedimentos que, sin embargo, no han evitado que la compañía, fundada en el año 1962 y recordada (a veces con ira) por obras polémicas como La torna (1977), Teledeum (1983), El Nacional (1993), Ubú president (1995), La increíble historia del Dr. Floit y Mr.Pla (1997) y Daaalí (1999) sea una de las más longevas a nivel nacional.