La historia de los Ramones es una de las más increíbles que servidor conoce en el mundo del rock. No hay grandes excesos -el clásico triunvirato sexo-drogas-rock’n’roll brilla por su ausencia, con las excepciones de Dee Dee y Marky-, ni tampoco un relato de éxito fulgurante seguido por el tradicional descenso a los infiernos del que solo se puede salir de forma gloriosa -vamos, lo que hemos visto mil veces gracias a Hollywood o al programa Behind the Music. Aquí no hay nada de eso. Pero no hace que se pierda un ápice de interés. Al contrario.