La niña de la comunión, dirigida por Víctor García, es una película de terror muy efectiva que propone una sucesión de sustos para mantener al espectador entretenido. Lo consigue con creces. La cinta no intenta revolucionar el género y parte de planteamientos conocidos: un escenario rural, un grupo de adolescentes como protagonistas y una misteriosa maldición que se cruza en su camino.