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Libros

Oso vs. Tiburón, Chris Bachelder (Automática, 2017) 

Hoy, cortesía de Automática editorial, traigo Oso vs. tiburón de Chris Bachelder, uno de los libros de lo que llevamos de año. Porque, desde esa impactante cubierta jugando con la iconografía del mítico Street Fighter, sus tres páginas de surrealista índice, la cita aplastaserpientes del gran Kurt Vonnegut, ese prólogo a lo Frederick Barthelme, y, lo que es más importante, 230 páginas de sátira delirante sobre nuestra esperpéntica era mediática, todo apunta en una sola dirección: estamos ante una novela muy especial.

Libros

Cronomoto, Kurt Vonnegut (Malpaso, 2015) 

¿Es esto una novela? ¿Un ensayo disfrazado de literatura? ¿O más bien una colección de reflexiones y anécdotas de nuestro sinpar, querido y añorado Kurt Vonnegut a los que se le han añadido un puñado de relatos/fragmentos con su álter ego Kilgore Trout como hilo conductor —léase también excusa—? O ni siquiera eso, ¿son simplemente una serie de esbozos que quedaron por conjuntar en un cajón? No creo poder resolver la duda, pero si tengo una respuesta válida —al menos para mí—. ¿A quién diablos le importa? Es un Vonnegut, ¡diablos! Otro regalo de un escritor único e indispensable, cortesía, de nuevo, de Malpaso.

Libros

Que levante mi mano quien crea en la telequinesis, Kurt Vonnegut (Malpaso, 2014) 

La oratoria. Noble arte que en nuestro país se encuentra en evidente decadencia ¡Qué digo decadencia! En claro peligro de extinción. El embotamiento por sobredosis de smartphone no ayuda. ¡Pero si sólo fuera eso! Uno ve y escucha las capacidades oratorias de “quienes nos dirigen desde arriba” o de quienes se les supone ser “una voz autorizada” y se deprime. Los tertulianos y periodistas mediáticos rebuznan o graznan sistemáticamente al son del mejor postor. Algunos políticos nos hablan de bíblicos viajes en barco —Moisés en los tiempos de la Ciutat Morta— para disimular que no tienen la más remota idea de hacia dónde nos llevan —pero por el camino van poniendo la mano—. Otros se escudan en pantallas de televisión para no responder a las preguntas de los periodistas. Mientras los más abyectos nos intentan colar patrañas absurdas sobre “despidos en diferido”, pensando que somos imbéciles. Y entonces va la siempre recomendable editorial Malpaso y te sugiere la lectura de este Que levante mi mano quien crea en la telequinesis y a uno le entran ganas de llorar. ¿Por qué unos tanto y otros tampoco?