No te pierdas...
Al utilizar nuestro sitio web, aceptas el uso de nuestras cookies.
Discos

Quentin Gas & Los Zíngaros, «Sinfonía Universal Cap. 02» (Everlasting 2018) 

Hablemos de flamenco, de fusión y del siglo XXI, pero aunque sea por un momento, hablemos de todo eso dejando que Rosalía salga de la sala. Porque evidentemente, hay otros caminos en los que el inabarcable imaginario sonoro del flamenco puede tomar nuevas formas que lo conviertan en eternamente vigente. Y aquí es donde llega Quintín Vargas, un músico de Lebrija que muta en corsario musical bajo el nombre de Quentin Gas, flanqueado por la apisonadora psicodélica de Los Zíngaros.

Conciertos

Crónica Sonorama Ribera 2016 

Que el Sonorama Ribera es una marca ya no lo duda nada, y que cada año se supera es una realidad. Festival que este año contaba con numerosos atractivos, y es que desde que tocara Raphael siempre aparece algún ilustre para dar la nota de color, así que en su ya 19ª edición ese honor recayó en Ramón Arcusa y Manuel de la Calva o lo que viene siendo el Dúo Dinámico, seguramente una de las referencias musicales de 60 y quizás el primer grupo netamente pop que se recuerde, así todo nosotros no tuvimos la oportunidad de verlos.

Libros

“Britpop. La vida moderna es una basura”, Marcos Gendre (Lenoir, 2015) 

Mi adolescencia fue britpopera. No puedo ni, en realidad, quiero negarlo, ya que —atención momento “abuelo cebolleta”, cómo pasan los años— comparado con lo que escuchan los adolescentes en la actualidad, de poco me puedo quejar. Entonces en la televisión aún había cierta consideración por la música. Teníamos el Sputnik, los 40 Principales —sí, en televisión además de una radio que todavía no daba vergüenza escuchar—, luego la MTV —ídem del comentario anterior—. Mi hermano se convirtió en fan acérrimo de Oasis y, sin llegar a esa devoción talibanesca —una década le costó admitir que Be Here Now era un pestiño—, también lo sería de Blur, Suede y Pulp. Sin duda la banda sonora de mi casa fue puro Cool Britannia durante varios años. Y, aunque el tiempo ha puesto a buena parte del movimiento en su sitio, dejándolo en no pocos sentidos como algo bastante ridículo y criticable, no puedo sino verlo con algo de nostalgia y bastante cariño. ¿Cómo podría meterme con algo que nos dio a Jarvis Cocker?