Si “los 50 son los nuevos 40”, Kenny Anderson (alias King Creosote) se está aproximando a la crisis de la mediana edad en uno de sus mejores estados de forma. No es que haya andado corto de inspiración hasta ahora, como prueban los casi 60 discos que lleva publicados entre trabajos propios, colaboraciones y caprichos varios; tampoco le falta el respeto de crítica y compañeros del gremio, algo que ya se ganó sobradamente al ser ideólogo y fundador del sello y movimiento Fence, a través del cual encontraron vías de expresión los cantautores más atrevidos y estimulantes que han salido de Escocia en las últimas dos décadas. Pero parece que es ahora, entre nominaciones al Mercury junto a Jon Hopkins, y el éxito de su último disco From Scotland with love (2014), cuando King Creosote ha encontrado vía para vender globalmente un sonido local y personal.