La gran dificultad para acercarse al cine de Hong Sang-sooAhora sí, antes no (2015)- es paradójicamente su sencillez. Una simplicidad que puede hacernos pensar que se nos ha escapado algo, o que las imágenes guardan un sentido oculto que desconocemos. Todo lo contrario, lo que hay que hacer es dejarse llevar por esa depuración formal, señal de estilo y gran valor del director coreano.