Ya está aquí el tercer “libro negro”, el último volumen hasta la fecha de la “biblioteca Dirty Works” —me imagino extasiado, dentro de dos o tres años, cuando esta editorial tenga veinte o más referencias en la librería de un servidor, su propia estantería, exclusiva e intransferible—. Y no es uno cualquiera. Es un regreso al Sur de los Estados Unidos —nunca me he ido, de hecho— para reencontrarnos con un viejo, ilustre conocido: Harry Crews. Tras el especial de hace algo menos de un año, dedicado a dar buena cuenta de las que hasta la fecha eran sus obras disponibles en nuestro país —gracias a Acuarela & Machado—, hoy tenemos entre manos El amante de las cicatrices. O, como se apunta —socarronamente—, en la propia contracubierta de la novela, “Crews escribiendo una historia de amor”. Poneos a cubierto.