“Nunca quise ser simplemente la chica triste con la guitarra”, confiesa la australiana Kat Frankie. Y bien cerca estuvo de serlo, cuando al llegar a Berlín en busca de “la mejor ciudad en el mundo para hacer música” se vio inmersa en la escena antifolk y publicó “Pocketknife(2007), un debut que llevaba escrito “cantautora intensa e íntima” en cada uno de sus surcos. Le costó tres discos sacudirse gradualmente ese tono, pero por fin podríamos decir que la Kat Frankie que ahora entrega este “Bad Behaviour” se parece más a esa artista desprejuiciada y excitante que se propuso ser desde el principio.