Big Black Coat”, el último trabajo de Junior Boys, es de esos discos que pueden gustar tanto a los seguidores de la música electrónica, como a los que no están tan metidos en ella. El toque pop con el que cuentan algunas canciones, consigue que el nuevo álbum de los canadienses sea algo más que un disco exclusivo para los paladares más sintéticos. Pero no se quedan ahí, y en su coctelera también meten algo de r&b, house al más puro estilo Chicago, o synth-pop de aires ochenteros. Toda una maraña de estilos que Jeremy Greenspan y Matt Didemus fusionan con inteligencia y talento.