Tras varios días perdido en una extraña dimensión conocida como Nocturna, el Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid. ¿Y cuál es el mayor placer de un evento como este? Pues dejarse llevar, meterse cada día en una sala de cine sin saber qué te vas a encontrar. No he podido ver todas las películas que habría querido -¡Tengo un hijo de dos años y medio!- pero me he llevado alguna sorpresa agradable. Así que, aquí van más reseñas…