No podía ganar. Lo han tratado de impedir por activa y por pasiva —otro día hablamos del bochornoso comportamiento de los medios—. Han hecho que venza Hillary Clinton. Incluso hubieran preferido a un energúmeno atroz de peinado inconcebible —me niego a nombrarlo—. El establishment no podía permitir que Estados Unidos tuviera un candidato socialista —socialista de verdad, no como Pedro Sánchez— a la presidencia del país. Pero lo que ha conseguido Bernie Sanders con su candidatura a la Casa Blanca por el Partido Demócrata ya es algo histórico para Norteamérica. Va más allá de una contienda electoral. Es un fenómeno sociopolítico que, espero, tenga continuidad al margen de los resultados de las primarias demócratas. Es una auténtica revolución política. Por eso este especial, aprovechando la reciente aparición de dos libros, complementarios entre sí, sobre la figura del veterano senador en nuestro país. Gracias a Malpaso y Capitán Swing, dos editoriales siempre atentas al «pulso de la actualidad», por su colaboración.