James Gunn comenzó su carrera cinematográfica en la productora de serie Z, Troma, caracterizada por su irreverencia, por su humor y por el gore. Todo con presupuestos mínimos. Tras ello, Gunn demostraría su talento para el terror, con el guión de Amanecer de los Muertos (2004) de Zack Snyder, y con su ópera prima, Slither (2006), festín gore terrorífico, pero cargado de humor. En esa vena paródica afrontaba Gunn su segunda película, Super (2010), extrañísima aproximación a los superhéroes, que puede haberle dado crédito -o no- para afrontar el encargo de llevar a la pantalla a los estrafalarios Guardianes de la Galaxia (2014)