Podemos dar por inaugurado el verano, Caloncho ha llegado nuestro país. Y no nos referimos al verano que nos marca el calendario, con el que llevamos conviviendo unas cuantas semanas. El disco de Caloncho evoca el verano que tenemos idealizado, el que a veces sólo se materializa en anuncios de cerveza mediterránea, el verano de hamacas, de cócteles refrescantes con sombrillas de papel, de puestas al sol charlando con los amigos, de horas mirando al mar, y de fruta… de mucha fruta.