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Cine/TV

Madre 

Madre me parece una nueva muestra de la pericia como narrador de Rodrigo Sorogoyen -El reino (2018)- y de su inteligencia para manipular al espectador. La película parte del electrizante y aterrador cortometraje del mismo título, que aquí funciona como prólogo, revelando su verdadera función como obra incompleta. No se puede decir que la historia de Madre, el corto, continúe estrictamente en Madre, el largometraje, sino que funciona como una premisa, prácticamente aislada, que da pie a un drama que consigue mantener la desazón de su planteamiento.

Cine/TV

El Reino: tirar de la manta 

¿Puede ser el político corrupto nuestro personaje arquetípico nacional? Algo así como el cowboy, el gángster o el samurái, cuyas historias siguen siempre unas pautas similares, cimentadas a través de cientos de novelas, películas y series. Nuestro servidor público corrompido, a través de las noticias, ha adquirido también un relato dramático propio cuyas etapas conocemos de antemano. Igual que sabemos que el pistolero del oeste tendrá un duelo final y el gángster morirá para que sea castigada su inmoralidad, en el político reconocemos ya un esquema que se repite: los inicios ambiciosos; seguidos de los tiempos de auge, lujo, influencia y poder; pero luego, la inevitable filtración o chivatazo que lleva a la caída, a la marginación de los que antes eran amigos del alma, al escarnio público, a la pérdida de bienes, privilegios y finalmente, a la prisión. Todos los héroes míticos viven el mismo viaje, aunque cambien los escenarios y los nombres: Julián Muñoz, Juan Antonio Roca o Luis Bárcenas.