A veces hablamos de la diferencia que tienen los discos cuyas canciones surgieron cuando el artista era un perfecto desconocido sin una discográfica que le garantizase un altavoz, respecto a las canciones que hacen esos mismos artistas cuando están recién consagrados y escriben por primera vez pensando en un público que va a estar ahí para escucharles. Con el debut de Inner Tongue se abre una curiosa variante: la de las canciones que son compuestas sin saber si van a poder ser cantadas o no.