La literatura como exorcismo vital. Un mundo sórdido, cruel y misógino en el que el autor/héroe de la historia, Iceberg Slim, es un cabrón con todas las letras. Y lo sabe. Y le quema por dentro. Y necesita hacer algo para lidiar con sus remordimientos. Y ese arrepentimiento y flagelación interna le lleva a transformar sus vivencias en unas memorias brutales sobre la marginalidad y la explotación. Eso es lo que nos propone la imprescindible editorial en Pimp: Memorias de un chulo. Una lectura abisal de la experiencia negra.