Cuando se acercan las Navidades parece como si el circo y con él los payasos volvieran de nuevo a la vida. Es en esta época cuando comienzan a aparecer en la ciudad grandes y coloridos carteles anunciando la llegada de clásicas compañías circenses que aseguran hacer la delicia de los niños y de los adultos. Un suceso, este, que se combina en el Lliure de Gràcia con la representación de Rhum, un merecido homenaje a los payasos y sobre todo a la figura de Joan Montanyès Monti, payaso de referencia de las pistas catalanas fallecido el pasado año, un proyecto del propio Monti, Jordi Martínez y Martí Torras Mayneris dirigido por este último.