Como una juerga en la casa de Ava Gardner, Arde Madrid es divertida y excesiva, pero también caótica y posiblemente intrascendente. La premisa me parece irresistible. Quizás, demasiado. Es la historia de un matrimonio que trabaja al servicio de Ava Gardner, durante su estancia en Madrid, en pleno franquismo, en los años 50. ¿Quién no quiere ver eso? El problema es, quizás, que la serie producida por Movistar no consigue aprovechar las posibilidades de esta idea.