¿De cuántas franquicias cinematográficas se puede decir que su sexta entrega es la mejor? Obviando aquella primera película de un maestro como Brian De Palma en 1996 y olvidando la tontería macarra de John Woo en 2000, hay que trazar las verdaderas señas de la saga de Misión Imposible con la entrada de J.J. Abrams como productor en la tercera parte, y sobre todo hay que hablar de un director como Christopher McQuarrie, que aquí lleva a las aventuras del agente Ethan Hunt a su cúspide.