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Cine/TV

Un mundo normal 

Tras 10 años sin estrenar película, Achero Mañas -El bola (2000)-, presenta Un mundo normal, en la que se adivinan apuntes autobiográficos. La historia está protagonizada por un director que debe acometer la inusual última voluntad de su madre: que tiren su cuerpo al mar. Esto mientras el protagonista lucha por mantener a flote su propia vida, personal y profesional.

Cine/TV

La sombra de la ley: cine espectáculo 

La sombra de la ley recuerda, para bien, aquellos espaghetti western que en los años sesenta se apropiaban de los códigos de un género clásico del cine americano para contar una historia entretenida, sí, pero con trasfondo político. Pensemos en Yo soy la revolución (1967). Esta ambiciosa superproducción dirigida por Dani de la Torre utiliza las formas del cine de gángsters -creo que mira sobre todo hacia Los Intocables de Elliot Ness (1987) y muy especialmente a Érase una vez en América (1984) de Sergio Leone– para contar una historia con mucha acción, insertada en un contexto político, la Barcelona de los años 20, convulsa por los movimientos anarquistas, obreros y feministas, enfrentados a la corrupción, a la represión policial y militar, y a la sombra del fascismo que estaba por llegar. Un contexto histórico que aspira a encontrar un eco en los hechos políticos que vivimos hoy.

Cine/TV

Perfectos desconocidos – Secretos de matrimonio 

Habría que valorar en su justa medida que Álex de la Iglesia estrene en el mismo año dos películas como El bar y esta Perfectos desconocidos. Dos films tremendamente entretenidos, de una factura impecable, que hacen pensar que el director de El día de la bestia (1995) está en un estupendo momento artístico y profesional. Las dos películas tienen puntos en común: son comedias en la superficie, se desarrollan prácticamente en su totalidad en un espacio único -aquí el salón de una vivienda en la que cenan varias parejas de amigos de toda la vida- y en ambas salen a flote lo miserables que somos.