Los dinosaurios y la animación están unidos desde el principio de la historia del cine. Uno de los primeros cortometrajes animados, del pionero Winsor McCay, nos mostraba a Gertie, el dinosaurio nada menos que en 1914. Una década más tarde, en imagen real, se estrenaba El mundo perdido (Harry O. Hoyt, 1925) en la que aparecían todo tipo de saurios terribles animados por otro genio, Willis O´Brien. Era quizás cuestión de tiempo que Pixar se ocupase de estos animales extintos, siendo como son el principal referente -occidental- en el campo.