Una película estupenda como El imperio de la luz no debería pasar desapercibida y merece ser disfrutada en la pantalla grande de una sala de cine. La cinta de Sam Mendes es la historia de la relación entre dos personajes, aparantemente, muy diferentes: una mujer madura, interpretada por una magnífica Olivia Colman, y un joven de raza negra, al que da vida un estupendo Micheal Ward.