Las Ruinas son como ese amigo mordaz y socarrón que no puede faltar en una buena marcha nocturna; el amigo que suele tener las mejores ideas, las que hacen que una noche potencialmente rutinaria pase a generar momentos épicos y de recuerdo imborrable; el amigo que te hace reír con sus originales ocurrencias, pero que también será el primero en dedicar su atención y consejos a alguien de la pandilla que esté tristón por algún desencuentro amoroso.