El principito seguramente forma parte de la infancia de la mayoría de nosotros -ha sido traducida a más de 250 idiomas y dialectos- pero en el film dirigido por Mark Osborne -realizador de Kung Fu Panda (2008)- la novela corta más famosa de Antoine de Saint-Exupéry sirve únicamente como una -pequeña- historia dentro de la historia. Es verdad que, en principio, el clásico infantil no es precisamente el material ideal para una película de animación.