El rostro de Tyrion Lannister (Peter Dinklage) es lo primero que vemos del esperado final de Juego de Tronos. La mirada del enano sobre la destrucción provocada por Daenerys Targaryen (Emilia Clarke). Por si alguien no recordaba su conversión en tirana, vemos a Grey Worm (Jacob Anderson) ejecutando a los hombres de la caída Cersei (Lena Headey). La estrategia narrativa aquí es alargar la espera hasta ver por primera vez a Daenerys, cuya conversión en reina genocida todavía no hemos podido comprobar.