Culpa, dirigida por Ibon Comenzana y protagonizada por Manuela Vellés es un apreciable ejercicio de cine de choque. La trama gira alrededor de una mujer que sufre una agresión sexual y decide aislarse en una cabaña en la montaña. Esa rústica vivienda de madera, en medio de la nada, en plena naturaleza -hermosa pero hostil-, en la que no hay cobertura de móvil ni contacto humano alguno, se convierte en la metáfora perfecta para expresar el miedo, la soledad, la vergüenza y la culpa de cualquier mujer tras ser agredida sexualmente, que no se atreve a afrontar el hecho traumático de lo que le ha pasado, ni a contárselo a nadie.