Hay directores que te llevan de la mano para contarte una historia y otros que te ponen a prueba echándote un pulso. El argentino radicado en Francia, Gaspar Noé, es sin duda de los segundos. Su última obra, Climax, acaba de ganar el premio a la mejor película en el Festival de Sitges, y hay que reconocerle al certamen el mérito de galardonar un film como este, no precisamente complaciente. Sirvan estas líneas como recomendación para acercarse a este tipo de obras que, nos pueden gustar o no, pero desde luego expanden el sentido de lo que significa el arte cinematográfico.