No se puede ir a ver una película como ¡Madre! sin tener presente su naturaleza provocadora. Dejo a vuestro juicio si esa capacidad para generar polémica quiere decir que estamos ante un artefacto creado a propósito por Darren Aronofsky para llamar la atención o si somos nosotros, espectadores inmaduros, los que reaccionamos de forma exagerada. Parece necesario tomar partido, a favor o en contra, con respecto a la película de un director al que se le supone talento –El luchador (2008)- culto –Réquiem por un sueño (2000)- y prestigio –Cisne negro (2010)-.