En la boca del lobo. Un grupo de chavales se han metido donde no debían. Desde La matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974) hasta la reciente The Green Inferno (Eli Roth, 2013) hemos visto miles de veces el mismo argumento: no hay salida. Los protagonistas se hallan atrapados en una situación muy chunga y saben que escapar significa dolor. Y muerte. No todos van a sobrevivir. Esto es un subgénero en toda regla que suele enfrentar a urbanitas contra representantes de un orden más primitivo, como en la australiana Wolf Creek 2 (Greg McLean, 2014).