Todo el mundo nos había hablado maravillas de Indietracks. Un lugar singular. Una atmósfera relajada, amigable. Una auténtica pléyade del mejor indiepop de ayer y de hoy, comprimida en un recinto tan singular como cómodo y manejable. En definitiva, un festival único. ¿Sería verdad? Esta es la crónica de nuestro periplo, personal y subjetivo claro está, por la séptima de edición de Indietracks. Tres días de trenes e indiepop. Tened cerca lápiz y papel —o su versión electrónica para los menos románticos—, porque el bombardeo de nombres probablemente desconocidos va a ser constante.