El penúltimo Marcos Gendre -siempre hay otro libro al acecho, este hombre no para- es también uno de los que más me motiva reseñar. Primero, porque es una de sus publicaciones más personales. Segundo, porque me toca reseñarlo al poco de haber hecho lo mismo con las Estrategias sobrenaturales para montar un grupo de rock del sin par Ian Svenonius, al que se hace referencia obligada en el libro. Y tercero, porque para mí supone un reto y una oportunidad de reivindicar a los escritores como él. Si me dejáis, lo explico punto por punto.