Muchas gracias por la lección, Pepitas de Calabaza. Y vosotros, apuntaros bien el nombre de esta editorial riojana de imposible eslogan, Una editorial con menos proyección que un cinexín —como no nos van a caer bien—, porque a tenor de la primera referencia que reseñamos en Indienauta mucho me temo que este sea “el principio de una gran amistad”. Descubrir un mundo hasta ahora totalmente ajeno, aprender mientras se disfruta de la lectura, no es algo demasiado habitual, por desgracia. Eso es exactamente lo que me ha ocurrido con Boxcar Bertha —sí, Scorsese la llevó al cine en 1973, pero cualquier parecido con la novela es pura coincidencia—.