Seguro que conocéis a Paul Verhoeven, director holandés que conquistó Hollywood con espectáculos ultraviolentos como Robocop (1987), Desafío Total (1990) o Starship Troopers (1997), clásicos de la ciencia ficción que, bajo la forma de un blockbuster reaccionario, esconden una ácida crítica contra el capitalismo salvaje o el militarismo. La cumbre de popularidad de Verhoeven fue el thriller erótico Instinto básico (1992), en la que el director nos la colaba de nuevo con gran éxito comercial.