Spider-Man: No Way Home
Antes de leer este comentario sobre Spider-man: No Way Home, debéis saber que, en mi corazón, Spider-Man 2 (2004) es la mejor película de superhéroes. En ella, el director Sam Raimi supo convertir en cine el espíritu de mis tebeos favoritos, esos que firmaron Stan Lee y John Romita Sr. en los años sesenta y que conjugaban épica superheroica, romance, comedia y melodrama en una mezcla perfecta.
El vicio del poder: la historia del mal
El vicio del poder es la historia del mal. En inglés, ‘vice’ significa ‘vicio’, pero también significa aquí ‘vice president’, en referencia a Dick Cheney, quien fuera el segundo de George W. Bush -hasta hace poco el peor presidente imaginable para Estados Unidos- al que seguramente manejó a su antojo, como propone la tesis de este film. La película viene a ser una confirmación de nuestros miedos más reduccionistas sobre los republicanos de aquella administración, que provocó un par de guerras en Oriente Medio: que son una panda de incompetentes, ambiciosos, corruptos, sedientos de poder. Gente mala de verdad.
Entradas recientes
- Constant Smiles bajan la intensidad en «Gold Like Water» 2023-02-08
- La ballena 2023-02-08
- Los 100 mejores discos del soul, Luis Lapuente (Efe Eme, 2022) 2023-02-07
- Spice World, ‘There’s No “I” In The Spice World’ (Meritorio Records, 2023) 2023-02-07
- Yo La Tengo se explayan en “Sinatra Drive Breakdown” 2023-02-07