No hay que dejarse engañar por la elegancia que reviste cada aspecto de una serie como The Crown. A pesar de sus personajes ilustres de la realeza y el Gobierno británicos, a pesar de estar basada en hechos reales que ya son históricos, a pesar de una ambientación exquisita en la que los decorados y el vestuario están cuidados al detalle, el guión de Peter MorganEl último rey de Escocia (2006), La reina (2006)- no tiene reparos en entrar en los detalles más morbosos de palacio. Hay una buena ración de rencillas familiares, adulterios, y escandalosos divorcios. Elementos sensacionalistas que la serie de Netflix balancea exponiendo los más altos valores patrióticos, monárquicos y humanos. Ese contraste hace irresistible esta ficción, que brilla en cada uno de sus aspectos. Guiones inteligentes e impecables de Morgan que buscan resonar en la actualidad, diciéndonos claramente que la historia se repite.