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Cine/TV

Star Wars: El despertar de la Fuerza (J.J. Abrams, 2015) 

Si habéis ido a verEl despertar de la Fuerza en los primeros días de su estreno, en un cine atestado de gente de todo tipo, con familias enteras disfrazadas como los personajes de la saga, os habréis dado cuenta de no es simplemente una película. Sé que no soy el primero en decirlo, pero Star Wars es un mito moderno. Una historia que ha calado tan profundamente en el inconsciente colectivo que ocupa el mismo lugar que las leyendas y la religión. Con esto no quiero decir que la gente «crea» en la Fuerza, sino que su relación con la historia de Luke Skywalker es mucho más íntima que con el libro de Job de la Biblia. Los mitos no se crearon para vender entradas, camisetas o figuritas. Tienen una función psicológica como metáforas de las etapas de la vida y nos ayudan a superarlas. Y aunque Star Wars vende un montón de entradas, camisetas y figuritas, su estatura mítica es innegable e inigualable. Porque habrá ayudado a más de un niño a hacerse consciente de la muerte de su padre, le habrá enseñado a otro que una galaxia entera no puede separarle de su hermana, nos ha dicho a todos que hay que rebelarse contra el mal, pero empezando por el que anida en nuestro interior.

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Preparándonos para Star Wars: El Despertar de la Fuerza (J.J. Abrams, 2015) 

Desde 1983 hemos estado esperando. 32 años imaginando qué habrá sido de Luke Skywalker. Pues bien, hoy es ese día. El despertar de la Fuerza se estrena en todo el mundo. ¿Qué esperáis de ella? Las críticas ya están en Internet y publicadas en los periódicos. Pero cuidado, porque hasta ahora el secretismo de su director, J.J. Abrams, ha sido máximo. Ya sabemos que al productor de Perdidos le gustan los misterios. Por eso, cualquier comentario de alguien que haya visto la película tiene la categoría de spoiler. Gran parte de las valoraciones que se pueden leer en las redes evitan entrar en detalles. La mayoría son positivas. Muy positivas. Pero no todas. Críticos como Jordi Costa y Carlos Boyero la ponen más bien mal.