8.0
Score

Final Verdict

Sumos entregan un álbum de debut que los mete de lleno entre lo mejor del indie-pop actual. Además, su variedad, hace que se te haga corto y te quedes con ganas de más. Y eso es señal de que estamos ante algo grande.

Sumos es una de esas bandas a las que la pandemia les ha sentado bastante bien. Y es que, lo que en 2019 empezó como un proyecto casero formado por Joel Sloan y Kyle Tarbuck, se ha convertido en toda una banda al completo tan solo cuatro años después. Y eso también ha repercutido en la música de este grupo de Manchester, ya que han dejado de grabar de forma casera-su EP de debut se grabó de esta forma en pleno confinamiento-, para meterse en un estudio y darle más profesionalidad al proyecto. Todo un acierto, ya que estamos ante uno de esos álbumes de debut que suenan frescos y que te dejan con ganas de más.

Surfacing’ es un trabajo centrado en el indie-pop de guitarras. Pero no es lo único que Sumos nos ofrecen. Y ahí radica parte del encanto de su propuesta. La banda británica no tiene ningún problema en salirse de su zona de confort y enfrentarse a otros sonidos. Ahí tenemos “Mostly Harmless”, un tema puramente folk que va más en la onda de unos The Coral que de otra cosa. O “The Other One”, donde justo se van al lado contrario para entregar un acelerado corte lleno de guitarras potentes y sucias que están muy cerca del indie-rock. Aunque eso sí, sin perder nunca su lado melódico. Incluso se atreven a cerrar el disco con un extraño, y relajado, tema instrumental.  

Sí es cierto que, cuando se agarran al pop, es cuando dan más en la diana. Algo que podemos comprobar nada más empezar. “Finding A Way” es un tema algo juguetón al que le meten unas guitarras jangle que son una delicia. Pero ojo, que en su estribillo se dejan llevar por un ataque de distorsión que les sienta bastante bien. Y si nos vamos a “Enemies”, vemos que son capaces de jugar un poco más con ese jangle-pop que tanto les gusta para dar con otra pequeña maravilla de poco más de dos minutos. Aunque la joya de la corona es “Small Talk”, un tema un poco más melancólico, pero absolutamente brillante, del que casi se podría decir que es toda una lección de cómo hacer buen pop.

Como ya hemos dicho, tienen muchas formas diferentes de ver el pop. En una de ellas deja de lado la independencia de los ochenta para centrarse en esos primeros años de los noventa en los que los británicos crearon grandes obras maestras de la música. Algo así como la antesala del britpop, que Sumos manejan a la perfección en dos temas tan notables como “Blood Blisters” y “Come On Over”. Pero también saben mirar al otro lado del charco, porque si nos vamos a “Quiet Place”, nos encontramos con una canción que podría pertenecer a esos Sugar que disfrutaban fusionando las guitarras acústicas con las eléctricas. Además, una de las buenas.