8.0
Score

Final Verdict

Puede que Jason Pierce y sus Spiritualized repitan la fórmula de siempre en ‘Everything Was Beautiful’, pero lo cierto es que sigue funcionando muy bien. Y lo que es más importante: sigue sorprendiendo.

Jason Pierce sabe de sobra que tiene una obra en su carrera con la que siempre se van a comparar los discos que edita bajo el nombre de Spiritualized. Ese ‘Ladies And Gentleman We Are Floating In Space’ con el que encandiló a la crítica de medio mundo en 1997, es el álbum que nunca va a poder superar, y por eso no resulta extraño que recurra a él de vez en cuando. Aunque es cierto que tampoco le hace falta, porque su discografía es una de las consistentes de las últimas décadas. Pero a Pierce, o a J Spaceman, en este caso, le gusta mirar al pasado de vez en cuando. Ahí está la figura del astronauta de su anterior trabajo. O ese envoltorio de un medicamento que presenta su nuevo álbum. Además de lo mucho que suele recurrir a su sonido.

Everything Was Beautiful’ era un proyecto todavía más ambicioso. En un principio, Pierce quería hacer un disco doble grandilocuente y que abarcará las canciones de su anterior trabajo y de este. Algo así como su álbum blanco. Pero el dueño de su sello le dijo que, si quería vender algún disco, era una idea pésima. Así que la termino apartando de su cabeza, pero no las ganas de hacer algo grande. Y ahí es donde entra el noveno álbum de Spiritualized. Estamos ante un disco en el que el propio Pierce ha tocado hasta 16 instrumentos, y en el que ha contado con 30 músicos diferentes. Entre ellos su hija Poppy, que en realidad es sanitaria, pero ha prestado su voz para presentar este trabajo.

Como no podía ser de otra manera, estamos ante un disco en el que Jason Pierce toca una buena cantidad de palos. Además, los mezcla de tal forma que, su propuesta, la cual no deja de ser la misma de siempre, sigue resultando de lo más interesante. Así, empieza con “Always Together With You”, donde se recrea en ese space-rock con tintes de gospel que tan buenos resultados le ha dado en su carrera. Y hay que decir que resulta igual de emocionante que siempre. Además, en el estribillo sorprende con unas castañuelas que le dan un toque un tanto sixties al asunto. Una faceta que también aparece en la estupenda “Let It Bleed (For Iggy)”, la cual, sí está dedicada a Iggy Pop. O en esa preciosa canción de amor con tintes country llamada “Crazy”.

Poca gente maneja el ruido y la psicodelia como Jason Pierce. Sobre todo, cuando los fusiona y consigue hacer algo que logra epatar al oyente. Es el caso de la potente “Best Thing You Never Had (The D Song)”, donde una marabunta de guitarras, un saxo, un piano, y un ritmo frenético, se unen para crear toda una catarsis sonora. Aunque, para catarsis, la que aparece a mitad de “The A Song (Laid in Your Arms)”, que transforma una clásica e intensa canción de soul-rock de Spiritualized, en toda una orgia de ruido y distorsión. Pero lo mejor llega con “The Mainline Song / The Lockdown Song”, en la que se deja llevar por su lado más kraut, y en el que, gracias a una flauta travesera, consigue dar con todo un himno psicodélico (y algo hippie). El cual, incluso, sirve para lanzarse a la pista de baile.